E-commerce o comercio eléctronico es la venta de productos y/o servicios por los medios que ofrece internet.
Por ejemplo una tienda establecida que por medio de canales digitales (plataformas de ventas, redes sociales, sitio web, etc) realiza sus actividades de venta de sus productos y/o servicios a personas, empresas y/o a quien defina como publico estratégico; de esta manera, por medio de Internet los usuarios pueden acceder a sus servicios en cualquier momento y desde cualquier lugar y dispositivo móvil.
Según el Instituto Europeo de Posgrado, al abordar la palabra e-Commerce como definición, basta con saber que la palabra se traduce como comercio electrónico, lo cual hace referencia “al marketing y venta de productos o servicios a través de Internet”.
Tipos de e-commerce
Podemos clasificar a los comercios electrónicos en función del público al que se dirigen o de su modelo de negocio.
En función del público de destino
B2C (Business to Consumer): ecommerce dirigidos directamente al consumidor final. Es el tipo más frecuente y dentro de él podemos encontrar muchísimos ejemplos, desde ferreterías online hasta tiendas de moda ecológica.
B2B (Business to Business): ecommerce cuyo público de destino son otras empresas, por ejemplo, tiendas de materiales de oficina.
C2C (Consumer to Consumer): esta tipología ha florecido en los últimos años con el auge de la compraventa por internet. Se trata de consumidores que venden directamente a otros consumidores, generalmente productos de segunda mano. El ejemplo más popular en nuestro país es Wallapop.
Además de estos tres tipos, que son los más comunes, también podemos encontrar alternativas como el C2B (Consumer To Business), G2C (Government to Consumer), B4B (Business for Business) o B2E (Business to Employer).
En función del modelo de negocio
Tienda online propia: el modelo más sencillo, consiste sencillamente en una versión digital de las tiendas físicas de la marca, que vende productos propios. Puede tratarse de un negocio exclusivamente online, o bien disponer tanto de ecommerce como de tiendas físicas.
Marketplace: un marketplace es una especie de «macrotienda» que incluye a diversos vendedores. El ejemplo más conocido es Amazon, en el que cualquiera puede vender a cambio de una comisión.
Dropshipping: de cara al cliente, un dropshipping no se diferencia de una tienda online estándar. Pero en vez de gestionar su propio inventario, en este caso el vendedor se limita a mostrar y promocionar los productos y es un tercero el que se encarga de hacer los envíos.
Afiliado: en marketing digital, el modelo de afiliación consiste en recurrir a terceros para que promocionen los productos o servicios a cambio de una comisión. El afiliado coloca enlaces para referir al cliente a la otra tienda, en la que se cierra la venta. Por ejemplo, la afiliación con Amazon es bastante frecuente.
Suscripción: en lugar de vender productos o servicios de manera individual, en este caso lo que se busca es que los consumidores contraten una membresía mensual y reciban productos a domicilio de manera periódica. Por ejemplo, es el caso de las famosas «cajas sorpresa», que hoy en día están implantadas en muchísimos sectores.
¿Qué papel tienen los sitios web y tiendas online?
Hoy no solo basta tener presencia en las redes sociales. Es fundamental para un ecommerce contar con un sitio web.
Con una tienda online, te aseguras de tener presencia y visibilidad ante tus clientes 24/7. Además, puedes dar a conocer tus productos o servicios de forma detalla y con la propuesta de valor que se dar.
También es necesario llevar a cabo diferentes acciones para atraer a nuevos clientes, ganar credibilidad, construir una reputación exitosa, entre otras cosas más.
Por lo que es importante contar un SEO Constante en el sitio web, asegurando el posicionamiento en buscadores.
Actualmente Google es el buscador más usado en todo el mundo y este perfil cobra mucha relevancia hoy en día, ya que existen técnicas de tu administrador del sitio debe aplicar para tener éxito.
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